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Pongamos en práctica el consumo sostenible

​A la hora de consumir nuevos productos, hay que tener en cuenta principalmente 2 aspectos, el social y el ambiental:

Aspecto social

Gran parte del comercio de hoy en día es muy injusto para los países subdesarrollados que brindan sus materias primas para que las compañías puedan elaborar los productos y los vendan. Estos países pobres, no ganan gran comisión por estas ventas. Así pues, se promueve la pobreza desde los países más ricos. También se puede entrar a hablar de las condiciones precarias que los empleados sufren en ciertas fábricas y de la labor infantil, que, en algunos países se ve con mucha frecuencia. 

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​Cuando estemos comprando algún producto, tenemos que optar por la mejor opción de productos que practiquen el comercio justo que ofrece el mercado. Actualmente, en Colombia, existe un sello con el que podemos identificar los productos de comercio justo, el FAIR TRADE.

Aspecto ambiental

Los modelos actuales de agricultura, pesca y ganadería de explotación intensiva, no tienen en cuenta los criterios ecológicos. Para asegurarnos de contribuir a una producción más racional, en Colombia hay varios sellos que nos ayuda a saber cuáles productos se han obtenido de acuerdo con las normas de la producción ecológica.

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Las ventajas de comprar productos con estos sellos son: 

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  • Produce alimentos beneficiosos para la salud.

  • Potencia la economía y el empleo en las zonas rurales.

  • Contribuye al fomento de la biodiversidad

  • Desplaza a los alimentos transgénicos y de explotación intensiva.

  • Contribuye a la fertilización natural del suelo.

  • Disminuye el impacto visual y paisajístico de la producción agrícola y ganadera intensiva.

Además, ya que la producción y el consumo dependen de los recursos del medio ambiente y a menudo se recurre a ellos de forma destructiva para el planeta, es muy importante que cuando compremos, hacerlo de forma responsable y solo consumiendo lo necesario, para así evitar residuos innecesarios. Cada año, un tercio de la comida producida termina pudriéndose en cubos de basura.

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